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Cuando era pequeña, en el colegio, nos enseñaban a leer muy pronto y aunque no recuerdo todo (como es lógico porque era muy pequeña), sí que conservo el recuerdo de ir leyendo cada cartel que había en la calle, por ejemplo. Sé que mi amor por las letras y la palabra escrita comenzó entonces. Mi madre me ha contado muchas veces que me terminé todos los libros que nos mandaban leer en clase mucho antes de que terminara el curso y que al comentarlo con la profesora ella le dijo que me diera libros de mi hermana (que es dos años mayor que yo).
Y, así, fueron pasando los años y mi obsesión por los libros crecía a la vez que lo hacía yo. Leía todo lo que podía en la biblioteca del colegio, en el Bibliobus (que es una biblioteca móvil que va por los diferentes distritos de Madrid) y también los múltiples libros que mis padres me compraban. Tanto leía que, incluso, gané el premio que daba la biblioteca del cole por ser la persona que más libros había leído y participé en un concurso de lectura de la Comunidad de Madrid.
Creo que mi deseo irrefrenable de escribir comenzó prácticamente a la vez que el vicio por la lectura. Aún conservo un montón de esas historias que escribía, relatos, diarios, libretas, agendas, folios...cualquier pedazo de papel era válido cuando escribir se volvía una necesidad. Algunas compañeras me pedían que les dejara leer lo que había escrito durante las clases (sí, en mi adolescencia se convirtió en algo bastante habitual) aunque a mi me daba vergüenza que alguien más lo leyera.
Nunca me había planteado "vivir" de aquello que me obsesionaba tanto, así que mis estudios superiores no tenían nada que ver con las letras pero también me gustaban mucho (soy Técnica superior en Gestión comercial y Marketing). Por entonces, seguía escribiendo con asiduidad y comencé a leer (o a devorar más bien) tres libros a la semana, como mínimo.
A finales del año 2010, (recién casada y viviendo en un pueblecito de la provincia de Pontevedra) mientras trabajaba en una tienda, comencé a escribir la que se convertiría en mi primera novela. Decidí hacerlo más como un reto personal, sin otra pretensión que el ver si era capaz de escribir algo "más largo" que mis relatos. Cuando la terminé, bastante tiempo después, la imprimí y se la dejé a algunas amigas para que la leyeran y ahí comenzaron a llegar las sorpresas... Una de esas amigas, le dejó la novela a otra chica que, casualidades de la vida, empezaba con una pequeña editorial y que quiso publicar "Dando en la Diana". La primera edición salió publicada con esta editorial en febrero de 2014 y un par de meses después, viendo que no me ofrecían lo que a mi juicio sería lo normal, decidí probar suerte, hacerme autónoma y autopublicarme.
En mayo de 2014 publiqué Dando en la Diana por mi cuenta, nada más volver a instalarme en Madrid y en noviembre de ese mismo año La Cueva de la Moura (el primer libro de la Saga). No sabía muy bien dónde me estaba metiendo pero, lo que sí sabía era que no iba a ser un camino fácil. También, durante ese año, el 2014, acudí a la Feria del Libro de Madrid en compañía de mi hermano, era sábado y firmaba Federico Moccia su último libro, a él le regalé mi primera novela (dedicada por supuesto) y, cuando salíamos de la Feria le dije a mi hermano: "El año que viene voy a estar firmando yo aquí". A lo que él me respondió (lleno de razón): "Anda ya, eres una flipada". Pero, lo cierto es que un año más tarde, en el 2015, firmé por primera vez en la Feria del Libro de Madrid. Todo un logro, más aún si tenemos en cuenta que existe una especie de beto a los escritores autopublicados en la Feria y también que era una escritora "novata" en el sector. Pero, me fue mucho mejor de lo que me esperaba y mucho mejor de lo que esperaba la librería con la que asistí (era una red de librerías con diez tiendas en Madrid, vamos algo grande), así que con esa primera firma me aseguré un puesto para la Feria del año siguiente aunque, por supuesto, las cosas se torcieron, la red de librerías desapareció del mapa y me quedé compuesta y sin novio.
El 2015 fue el año en el que publiqué "La Cueva de la Moura. La Gae Bolga" y, también, fue el año en el que empecé a tener mis primeras entrevistas tanto en medios digitales, como en radio, algunas de esas entrevistas me las hicieron escritoras que hoy por hoy todos conocéis y que tengo la suerte de poder llamar amigas, como por ejemplo: Alexandra Roma. Participé en un montón de eventos literarios a partir de entonces e, incluso en el 2016 estuve en mesa en el VI RA (el evento de literatura romántica adulta más grande de España) y uno de mis relatos está en la antología de esa edición.
El 2017 fue un año complicado a nivel personal pero bastante gratificante a nivel profesional. Publiqué "Hipstérica" (que tantas alegrías me ha dado) a principios de ese año y me dio la oportunidad de participar en La Noche de los Libros, un evento literario de la Comunidad de Madrid con múltiples actividades, presentaciones, coloquios... Volví a firmar en la Feria del Libro de Fuenlabrada y, luego, el tiempo se detuvo.
Foto Cartel Feria del Libro de Fuenlabrada 2016
Foto Presentación "El renacer de la Moura" en Librería Escriban. |
Foto del VI RA (Patricia A.Miller, María Cabal (Moderadora), Elena Monteagud, Lorena López (yo misma), Susana Bielsa, Kayla Leiz y Moruena Estríngana). |
Foto Folleto La Noche de los Libros (2017) |
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