2017, un año para...¿recordar?

Madre mía, qué raro es volver a ponerme delante de esta pantalla, delante de esta hoja en blanco, después de tanto tiempo... Mi última entrada es del mes de julio y, es ahí donde comenzó a torcerse todo.
2017 no ha sido un buen año a nivel personal, empecé con un  frenesí de eventos, encuentros, cafés literarios... en mi afán de querer darme a conocer profesionalmente, pero lo único que conseguí fue elevar aún más mi nivel de estrés.
A principios de año, publiqué "Hipstérica", mi quinta novela, que se alejaba totalmente de todo lo que había escrito hasta la fecha, y dada mi condición de obsesa del control, hallarme en un medio que no dominaba a la perfección me lleno de pavor, inseguridad y lo que es peor...me provocó un ataque de ansiedad cuando la lancé al mundo.
Pasada esta "crisis" cuando llegaron las primeras críticas y opiniones, al fin pude relajarme...más o menos, seguía con mucho estrés, pero se había convertido en algo "casi" cotidiano por lo que intenté no alimentarlo con mis comeduras de cabeza.
Pero, el 2017 aún me tenía reservado su plato más fuerte, en el mes de julio mi suegro enfermó, así, de golpe, así, sin más, el diagnóstico fue demoledor y el desenlace...horrible. Puedo asegurar que he pasado los peores cinco meses de mi vida, hasta la fecha, pero no me arrepiento de las decisiones que tomé, no me arrepiento de nada, porque sé que hice todo lo que pude por él, por cuidarle, por ayudarle...hasta el final. Es en momentos como este (que por desgracia he experimentado más de una vez) cuando te das cuenta de los amigos que tienes de verdad, de la gente a la que le importas, de la gente que está ahí a tu lado pase lo que pase, de los que saben que a veces no hacen falta palabras, que con un simple gesto, como un abrazo, es más que suficiente... Y siempre me ha parecido tan cierta esa expresión que dice : "Los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano", ahora aún más si cabe.
Ni siquiera sé por qué estoy escribiendo todo esto en esta entrada, supongo que este es un rincón al que puedo llamar "mío" y me da igual que sea una ventana a todo el mundo, hay que pasar página, hay que soltar lastre y dejarlo todo por escrito en un medio más para ello, creo...

En cuanto a mis lecturas, creo que este ha sido el año en el que menos libros he leído, uno de los últimos fue " Las chicas de la buena suerte" de Kelly Harms. Compré la novela en la tienda del hospital con la esperanza de que me ayudara a evadirme, pero no lo conseguí, no le echo la culpa al libro, en absoluto, la historia es buena, está bien narrada y me sorprendí riéndome como una tonta en algunas escenas... sé que la culpa de mi "no evasión" la tiene mi cabeza y mi nula capacidad para relajarme.
Os dejo a continuación la portada y la sinopsis de la novela, por si os pica la curiosidad y queréis darle una oportunidad, es fácil y de rápida lectura, ideal para pasar un buen rato, o para un fin de semana de manta y sofá (vamos de los típicos en esta época del año).



Sinopsis:

Dos mujeres con el mismo nombre y apellido que no se conocen, pero a las que el destino les tiene reservada una sorpresa...
Janine Brown y Janine Brown no podrían ser más distintas, pero acabarán por descubrir que sus sueños se parecen más de lo que sospechaban.
La primera Janine Brown no ha conseguido rehacer su vida tras la trágica muerte de su prometido, pese a la bienintencionada insistencia de su tía Midge. La segunda Janine Brown nunca ha tenido una vida que mereciera la pena rehacer. Aunque se llaman igual, estas dos mujeres no tienen nada en común, y, cuando por culpa de un malentendido ambas se creen ganadoras de una preciosa casa en un idílico pueblo costero, corren a tomar posesión del premio... Y se encuentran cara a cara por primera vez. Ninguna de las dos quiere compartir la casa, pero con un poco de paciencia y gracias a la mediación de la tía Midge descubrirán que la vida siempre da segundas oportunidades.

Bueno, en el tema profesional, no puedo quejarme, a pesar del estrés, la ansiedad y los nervios, escribir y publicar mis novelas sigue siendo lo que más me apasiona y me llena. "Hipstérica" fue todo un "Boom" (en el buen sentido, claro, jejeje), ya que permitió que muchos lectores que no se habían atrevido con mis novelas lo hicieran , y no solo eso, sino que sirvió para que se hicieran con mis otras novelas, sobre todo con "La Cueva de la Moura". De esta última, de la saga, ¿qué os puedo decir? A día de hoy sigo sorprendida por la maravillosa acogida y por el inmenso cariño que le profesan sus lectores y, esto solo es el principio, no para de crecer y yo no me canso de favorecer su crecimiento, tanto es así que he conseguido participar en un proyecto que me ayudará (si todo sale bien) a lanzar la saga a nivel internacional. Todavía no tengo ni idea de cómo conseguí hacerlo, ya que me enteré del proyecto en el mes de septiembre, no tenía tiempo material para volver a maquetar, editar...darle un lavado de cara a la trilogía, pero a base de pasar noches y alguna que otra mañana pegada a la pantalla del ordenador, logré cumplir los objetivos antes de que finalizara el plazo. Y en esas estoy, ahora queda la larga y tediosa espera, antes de conocer si he conseguido la nueva meta.
Que el número de lectores siga y siga creciendo ha provocado también que ya esté lista la segunda edición de la saga, las próximas tiradas saldrán luciendo este bonito sello en sus portadas, ¿qué os parece?



En cuanto a las novedades y lo próximo que publicaré (espero que muy pronto), llevo ya algunos meses con la secuela de "La Cueva de la Moura", por razones obvias (las que ya os he contado antes) la he tenido que dejar estancada durante mucho tiempo y ahora estoy volviendo a retomar la historia, una historia que estoy convencida de que enamorará a sus lectores, porque a mí (y no es porque sea su autora, bueno un poco sí, jajaja) me tiene enamorada, es preciosa y estará contada por dos personajes que aparecen en las últimas páginas de la trilogía. Una nueva aventura que contará con muchos de los personajes de sus predecesoras, llena de giros inesperados (como todas mis novelas), mucha magia, amor... y, que espero que no deje a nadie indiferente.

Y hasta aquí lo más destacado del 2017, no ha sido un gran año, pero me ha servido para aprender, para crecer, para conocerme a mí misma y para hacerme muy, muy fuerte... Sería muy fácil decir que es un año para olvidar, pero a pesar de todo lo malo, me ha dejado cosas muy buenas y sé que el 2018 estará lleno de cosas extraordinarias, porque lo mejor está siempre por llegar...








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